Este estudio fue enfático en su resultado, en especial en los niños, quienes en un 25% han visto modificado la calidad del sueño. Es decir, que se detectan trastornos en uno de cada cuatro niños, y en uno de cada tres jóvenes.
Y no solo la iluminación de las pantallas, ni el exeso de tiempo conectado a Internet, sino que también la violencia de los videojuegos altera el sueño en niños y adolescentes. Y es que durante la noche los pequeños pueden desarrollar terrores nocturnos, sonambulismo o gritos mientras duermen.
Más sobre este estudio.
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